Gastar a Como de Lugar

lunes, 18 de enero de 2010


Por Kurt Burneo
Economista U. San Ignancio de Loyola
Recientemente se han conocido los insuficientes niveles de ejecución de la inversión pública. Esto podría  servir de excelente pretexto para un inusual impulso del gasto de inversión no importa en qué. Pero la calidad de la inversión sí importa.
En el 2009 el gobierno nacional ejecutó el 76.2% de su presupuesto, los gobiernos regionales y locales lo hicieron en 57.8 y 60.8%. Los factores explicativos no son nada nuevos y, por lo tanto, predecibles: alta rotación del personal encargado de estas tareas, demoras y discutible calidad de los expediente técnicos, incumplimiento de los contratistas, impugnaciones a las licitaciones realizadas etc. La limitada ejecución del gasto redujo el efecto del plan de estímulo fiscal (en el periodo que más se necesitaba), con lo cual la desaceleración del crecimiento fue mayor: 9.8% en el 2008 a  un previsible 0.7% el 2009 (lo que garantiza que el PBI per cápita se contraerá luego de 7 años de crecimiento sostenido).
Siendo 2010 un año electoral, un riesgo es que no solo se termine de dejar de lado al SNIP, con lo cual no tendremos uno sino una manada de elefantes blancos por contar una vez fenecidas las administraciones actuales de los gobiernos regionales, locales y nacional (solo por curiosidad, ¿cuál es el monto del subsidio comprometido por el Estado para  hacer funcionar en su 2da. Etapa el tren eléctrico?), el otro riesgo estará asociado a la discrecionalidad al proponerse modificaciones presupuestales en términos geográficos. Por supuesto, el escenario descrito implica  que no caerá la recaudación fiscal consistente con el déficit de 1.6% del  PBI asumido para el 2010 y además que el escenario internacional no se deteriore más.
A propósito de esto último,  que ocurriría si se aplicasen los extraviados consejos para la economía norteamericana de un “economista” contenidos en una entrevista, el sábado último: “La economía de EEUU tiene que sincerarse. El presidente Obama piensa que puede seguir financiando el impulso económico abriendo más la brecha fiscal; es decir, seguir gastando más sin que se incrementen los ingresos y, para financiar el gasto, emitir más deuda y moneda para pagar los intereses de esa deuda. Los que tuvimos la suerte de estudiar en ese país entendimos que volver al equilibrio toma reajustes drásticos. Hoy se están olvidando de eso. Cuanto más se demore enraizar dicho ajuste y sincerar la economía, más duro y largo será el choque y el proceso de recuperación”.
Un ajuste como el reclamado por este autoproclamado (también en dicha entrevista) “visionario del crecimiento económico”; y con toda seguridad generaría una nueva retracción de la actividad económica norteamericana, con efectos recesivos a escala mundial, originando una nueva caída en los volúmenes y precios de nuestros productos de exportación, esto es una nueva contracción de la demanda externa, con los efectos negativos que ya conocimos en el 2009.
A este “economista” le recomendaría que vuelva a llevar un curso de macro  y economía internacional  en el pregrado en la universidad donde trabaja (para que el resto no nos enteremos), dado el grado de desconocimiento de lo mas elemental en estas materias, al final nunca es tarde para aprender.

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