Archive for julio 2009
Los otros números del Dr. García
Por Farid Matuk Viviendo lejos del Perú, las noticias son filtradas por la distancia, siendo el medio escrito el más persistente como los periódicos y los blogs. El domingo pasado, el gobierno propaló por televisión un aviso pagado, el cual fue reproducido –y analizado– en el blog de Marco Sifuentes (www.utero.pe). En el que fundamentalmente se proclaman como éxitos, valores absolutos en millones que dicen nada si no son comparados con una línea de base; pero lo más sorprendente del aviso es la ausencia de referencias a las condiciones de vida, como por ejemplo “Dos millones de pobres menos”, en caso fuera cierta la asombrosa reducción de la pobreza entre 2006 y 2008. Esta ausencia de referencia a la reducción de la pobreza no es producto del olvido ni del descuido, sino es la lógica consecuencia del descrédito de la información estadística oficial. Y este descrédito está basado en la lógica complaciente que la información estadística debe coincidir con la retórica presidencial, cuando la información estadística es como la información meteorológica, no existen resultados positivos o negativos, sino simplemente cruda información de la realidad que debe servir de insumo para las políticas públicas y privadas. Con las bases de datos oficiales disponibles a nivel trimestral del año 2006 y 2008, se puede efectuar un análisis a nivel de cada región de la evolución de la indigencia, si esta ha aumentado, se ha reducido o no se ha variado con un margen de error estadístico. A diferencia de los “millones” de la propaganda oficial de individuos “representativos”, la indigencia se mide entrevistando anualmente a 20,000 hogares y 95,000 personas desde el 2003. Esta medición hace al Perú un país líder a nivel mundial en la medición de las condiciones de vida de los hogares. A diferencia de la pobreza, que se define como la cantidad de dinero que una persona promedio necesita para vivir, la indigencia se define como la cantidad de calorías que una persona promedio ingesta para vivir. Mientras la medición de la pobreza está sujeta a criterios discrecionales como la medición de la inflación rural o el valor del autoconsumo campesino, la medición de la indigencia se reduce a medir la cantidad (no el valor) de alimentos consumidos y las características de edad y sexo de los miembros del hogar. En la tabla a continuación, se tiene la evolución de la tasa de la indigencia por región y a nivel nacional desde el año 2006 (la línea de base) hasta el año 2008 (el avance de gestión), y con una precisión de 99.9% (equivalente a una probabilidad de 1 en 1000 de error) es posible evaluar estadísticamente si la tasa de indigencia se incrementó, se redujo o siguió igual. El programa de cómputo que genera estos resultados está disponible en www.29x55.com . Con estos resultados estadísticos es posible concluir con certeza que la indigencia no se redujo en ninguna región, permaneció igual en 17 regiones, se incrementó en 8 regiones, y por consecuencia se incrementó en el Perú como un todo. Pero al mismo tiempo tenemos que la economía ha crecido a tasas espectaculares, pero frágiles como se evidencian en la crisis económica presente, y esta fragilidad no es nueva sino que ya se vivió en 1986 y 1994. La limitación de este tipo de crecimiento económico es que se basa en pequeños enclaves dentro de la economía, que si bien incrementan el promedio nacional, acentúan las desigualdades inherentes al modelo de crecimiento. Siendo estas desigualdades que al profundizarse se expresan como conflictos sociales de distinta índole y naturaleza, en la amazonía se traduce como un problema de propiedad de la tierra y del subsuelo (Bagua), en los andes se traduce como el daño ambiental de la explotación minera (La Oroya), en las ciudades se traduce como gobernabilidad (transportistas). Cuando el gobierno concluye que este descontento social es producto de un malévolo complot internacional, olvida que el modelo de enclave para el crecimiento económico acentúa las desigualdades, y estas son las bases objetivas para que distintos grupos de interés encuentren un entorno social adecuado a sus metas. Las reservas internacionales que se acumularon durante los años de bonanza del precio de las materias primas que el Perú exporta deben ser usadas hoy para un Programa de Estímulo Social que reduzca drásticamente las desigualdades presentes, y de esta manera la protesta social no se traduzca en violencia política. Este Programa de Estímulo Social puede ser lanzado de inmediato, antes de que sea demasiado tarde, con la duplicación de las transferencias en efectivo del Programa Juntos con los hogares rurales actualmente registrados, y el lanzamiento de Juntos Urbano con el millón de hogares que el Ministerio de Economía identificó en 2007. Este artículo lo puede leer también en: http://aeperu.blogspot.comDom, 19/07/2009 - 20:22
Ex jefe del INEI
Duplica; triplica; cuadruplica y quintuplica: el mismo engaño
Juan Francisco Rojas
La publicidad es un instrumento poderoso. Transmite información para el consumo; grafica la realidad social de un país; construye valores; y crea una visión respecto de las bondades del sistema económico. La correcta utilización de la publicidad es una exigencia que nos atañe a todos, pues nuestra sensibilidad también se ve afectada cuando la publicidad se utiliza sin ética y sin respeto por el consumidor.
La publicidad de “recargas de minutos” para teléfonos pre-pago ha demostrado ser la más agresiva y la menos ajustada a estándares éticos, llegando a realizar -sin lugar a dudas- las infracciones más groseras a la legislación sobre la materia. Los teléfonos pre-pago son aquellos que utiliza la población de escasos recursos. Sin embargo, es ahí donde se permiten complacientemente los fraudes más escandalosos: la “recarga de minutos” se agota si es que no se consume en el tiempo perentorio de (7) siete o (10) días; el costo de la tarifa para el consumo de estos minutos de promoción es dos, tres, cuatro o cinco veces mayor a la tarifa usual del cliente; el récord de consumo de minutos es realizado sin mayor supervisión o control; las restricciones sólo se pueden conocer leyendo la letra pequeña (oculta) o cuando ya se ha adquirido la tarjeta; y el clásico “quéjese donde quiera”.
En el colmo de lo pintoresco, cuando un usuario reclama por lo que considera, por ejemplo, una errónea medida de su consumo en minutos telefónicos, el regulador OSIPTEL acude a la compañía regulada y ésta responde: “nuestros equipos reportan ese consumo, por lo tanto, es correcto”. Ni siquiera al muestreo, el regulador efectúa una verificación de los sistemas de control de consumo de las compañías telefónicas.
¿Hasta cuando seguir afectando a los ciudadanos de esta manera? ¿Cuánto dinero ilegal obtienen las compañías con estas campañas publicitarias “promocionales”? El INDECOPI no se da por aludido. Guarda silencio en todos los idiomas. Pareciera que el interés de esta institución está en manos de las empresas de telecomunicaciones. Incluso, para iniciar un procedimiento sancionador, son los propios ciudadanos los que tiene que exigir en medios de comunicación la actividad del supervisor de la publicidad, pues la actuación de oficio es algo que no va con las directivas de su actual presidente, que prefiere sus comodidades a la defensa de los consumidores.
El sentimiento de frustración de los usuarios se traslada al sistema económico: ¿Cómo confiar en una economía de mercado donde las empresas de servicios esenciales hacen lo que quieren con el usuario y las autoridades no son capaces de corregir el comportamiento ilícito? Las multas que rara vez se terminan colocando, no solucionan el problema, pues las ganancias obtenidas por el engaño son mayores y los agentes económicos lo saben muy bien.
El control previo de la publicidad en materia de servicios telefónicos es una buena medida. Ninguna publicidad en este ámbito debiera difundirse sin una previa autorización por parte de autoridad. Los que no saben usar la libertad, no la merecen.
La especialidad del mercado justifica una medida de control de este tipo. Además, el que se haya apostado de manera general por el control posterior en publicidad, en nada impide que se desarrolle el control previo en determinados mercados que así lo necesitan.
Se inicia la recuperación económica internacional
GASTO SOCIAL
Primer Semestre 2008 | Primer Semestre 2009 | |
Educación y cultura | 5.551 | 5.623 |
Salud y Saneamiento | 3.859 | 3.477 |
Protección y Previsión Social | 5.365 | 5.465 |
Gasto Social | 14.775 | 14.565 |
Crisis en las alturas
Profesor de la Universidad de Texas, San Antonio, EEUU.
La peruana, una economía provinciana!
Edgardo Cruzado Silverii
Hay quienes huyen o se tapan los oídos al escuchar la palabra economía, no solo porque últimamente no le vaya muy bien, sino sobre todo porque los términos y las explicaciones alrededor de la economía son comúnmente inentendibles. En este artículo no trataremos de explicar el fondo de esta dificultad, pero sí queremos sustentar que cuando hablamos de la economía del país, en realidad hablamos de varias “economías”, la suma de muchas partes que en conjunto representan un total, pero es un termómetro del momento que no recoge la diversidad.
Conocer la diversidad es importante cuando queremos saber ¿hacia dónde camina la economía peruana? Y dentro de esta, ¿cuál es el futuro de mi región? Claro, antes tendremos que saber ¿dónde estamos?
Esta semana el Banco Mundial ha presentado en Lima su Informe sobre el Desarrollo Mundial (2009) que ha denominado “Una nueva geografía económica” (www.bancomundial.org.pe). En el estudio se describe, con muy buena información, y muchos mapas coloridos, la foto actual: “la mitad de la producción mundial se da en menos del 5% de la superficie terrestre del mundo”. Conclusión. Hoy día, al resto del planeta (el 95%) le queda muy poco.
Hasta aquí, no hay mucho de nuevo, todos sabemos que unos cuantos países, llamados “desarrollados”, explican la mayor parte de la producción y el consumo del mundo. Sin embargo, el informe se ocupa de mostrar que la polarización se repite al interior de la mayor parte de países, desarrollados o no. Una parte pequeña del territorio de cada país concentra la producción y deja para el resto muy poco; esto se repite al interior de las regiones. Esta “foto” es similar no importa si se trata deEstados Unidos, Japón, China, África o América Latina.
En nuestro país la ciudad de Lima concentra, además de buena parte de la población del país, la mayor parte de la producción. La diferencia con Arequipa, Trujillo y Piura es inmensa, y mucho mayor si la comparamos con Sicuani, Chachapoyas, Sechura o Yauyos.
Mas allá de la foto actual es necesario saber ¿qué es lo que nos ha llevado a esta disparidad territorial? Y, mucho más importante, ¿hacia dónde estamos caminando? Y ¿hacia dónde queremos ir? Estamos incrementando la disparidad? ¿La estamos logrando reducir? En este punto los economistas tenemos, entre nosotros, diferencias sustanciales.
El Banco Mundial, en su informe, cita una serie de casos donde fracasaron los intentos por disminuir la concentración económica; concluyendo que es mejor dejar al mercado funcionar y reconocer que la concentración económica territorial es “natural”. La sierra y la selva, con menor concentración de población, mayor distancia de los mercados y con mayores particularidades (lingüísticas y culturales, entre otras), deberán comprender que el desarrollo, hoy y en el futuro estará en la costa y en Lima. Yo creo que esta conclusión es, por lo menos, discutible.
También lo piensa la Unión Europea, a los que el gobierno aún no incluye como parte del complot internacional. Desde 2006 la Unión Europea estableció que el 30% de su presupuesto estará destinado a las regiones donde la producción promedio (PBI) por persona sea menor al 75% del promedio de todos los países que la conforman. A esto los europeos le denominan Políticas de Convergencia Regional.
Esperemos que estas alternativas y no solo parches a la política al continuismo sean parte del debate de las Mesas para ver los temas andinos y amazónicos. No podemos partir del “modelo bueno” y el “modelo malo”, pero no estamos de acuerdo con lo que el modelo actual ofrece para la sierra y la selva. ¿Usted sí?
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