Verdades a medias de la CADE 2009

jueves, 3 de diciembre de 2009




Germán Alarco Tosoni
Investigador principal CENTRUM Católica

Hace dos semanas terminó la Conferencia Anual de Ejecutivos (CADE 2009) con el tema “nuestro futuro, nuestra oportunidad”. En la clausura se hizo un recuento de los cuatro ejes fundamentales para impulsar el desarrollo del país. Todo se resuelve, para ellos, continuando con las altas tasas de crecimiento económico, mejorando la competitividad, modernizando la educación y reformando el Estado. La lista de propuestas fue corta. No se discutieron las corresponsabilidades de la Sociedad, el Estado y de los propios empresarios en esta agenda. Tampoco los límites del modelo de crecimiento actual, las nuevas características del entorno internacional y menos todos los temas irresueltos del corto plazo que pueden afectar el crecimiento económico en el mediano plazo.

Problemas del modelo de crecimiento

Existe consenso académico de que, como a finales del siglo XIX e inicios del XX, tenemos nuevamente un modelo primario exportador, donde los elementos básicos son la inversión extranjera, la utilización de tecnologías intensivas en capital en estas actividades, la expansión de las exportaciones primarias, la apertura de la economía, y el repliegue del Estado para cederlo al mercado. Este modelo, al igual que antes, tuvo periodos de alto crecimiento, pero colapsó por múltiples factores externos tales como la crisis de los años treinta y la Segunda Guerra Mundial; e internos asociados a su incapacidad para atender las exigencias económicas y sociales de una población urbana en crecimiento.

Con este modelo se gestan problemas particulares que deben ser atendidos para poder crecer y desarrollarnos. Entre algunos de sus principales resultados destaca una elevada vulnerabilidad asociada a la evolución de los precios internacionales, la creación de economías de enclave con reducidas articulaciones internas, la generación de pocos empleos de calidad. A estos se suman dos problemas serios: una creciente heterogeneidad estructural, donde las distancias entre los trabajadores, regiones y localidades se hace mayor, y el surgimiento de la enfermedad holandesaque a través de los amplios superávits comerciales contribuye a la apreciación de la moneda nacional. Esta afecta la competitividad de los otros sectores exportadores no tradicionales y reprimariza la economía.

Propuestas de política sin entorno externo

Con la crisis, el futuro no puede ser similar al pasado cercano. Hay sobre la mesa un conjunto de nuevos elementos que definen nuevas oportunidades y amenazas para nuestra economía. ¿Cómo hacer frente a la menor demanda internacional?; ¿acaso no se ha debilitado la relación entre nuestras exportaciones y el nivel de actividad de los países desarrollados?; ¿los desequilibrios en las finanzas públicas, los mayores niveles de deuda y las políticas monetarias expansivas no afectarán las posibilidades de financiamiento de nuestro país?; ¿acaso los altos niveles de desempleo y de reconcentración del ingreso no impactan las tasas de crecimiento del PBI?¿cuáles serán los efectos de la depreciación del dólar americano sobre nuestras importaciones?

Omisión de la realidad nacional

¿Tienen alguna vinculación las recomendaciones de la CADE con los grandes temas de discusión que marcarán la diferencia entre los diferentes frentes y partidos políticos en la próxima coyuntura electoral? Ninguna. Nada se dice sobre la necesidad de priorizar el abastecimiento interno de gas natural sobre el internacional. No se discute la política de precios y tarifas para los energéticos. No se evalúa la política de venta de activos del Gobierno. Ninguno de los empresarios parece poner en cuestión la política de concesiones o de asociaciones públicas-privadas, más aún en los casos de los proyectos que requieren apoyo financiero del Estado (proyectos “cofinanciados”)por ejemplo, los problemas de las tarifas en el puerto de Paita. Tampoco se comenta que la privatización de servicios y hasta de bienes públicos agravaría las condiciones de vida de los marginados en una sociedad tan desigual como la peruana.

Un mejor desempeño económico en el mediano y largo plazo exige que se revise la distribución de los excedentes del sector primario exportador. ¿Pueden coexistir los regímenes especiales para la minería con una presión tributaria por debajo de los estándares internacionales de economías de similar desarrollo a la peruana?. Tampoco hay que matar a la gallina de los huevos de oro, pero hay muchas experiencias internacionales recientes de negociaciones más equilibradas, que benefician no sólo a las empresas sino a los países respectivos. Es ineludible la creación de sistemas de pensiones complementarios al privado. La cobertura y niveles de ingresos obtenidos no son solución para la mayor parte de la población. En fin, es necesario discutir el régimen económico establecido en la actual Constitución Política del país.

Los ajustes al modelo económico son inevitables, tanto por razones económicas como sociales. La luz solar no puede ser tapada con un dedo. El entorno internacional es incierto pero ya hay algunas tendencias más o menos claras. Quizás ya no corresponda a este Gobierno desactivar sus bombas de tiempo, pero hay que reconocer que existen, y al menos no debe alimentarlas con más pólvora. Los modelos económicos no son inmutables en el tiempo, son un medio, para el fin último que es el desarrollo humano integral y deben por tanto guardar perfecta correspondencia con la sociedad que los albergaNo hay fórmulas universales para todos los tiempos. La tarea pendiente es la de encontrar el balance adecuado para ajustar este modelo con realismo y creatividad.

2-12-2009.
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Actualidad Económica del Perú

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