Cumbre ALC-UE en Lima

lunes, 12 de mayo de 2008


Alan Fairlie Reinoso


Esta semana se desarrolla en Lima la importantísima reunión internacional biregional, en la que recibiremos el mayor número de mandatarios de la historia reciente.

Son dos los temas centrales que abordaran los presidentes en cuatro grupos de trabajo: cohesión social (pobreza, desigualdad, exclusión) y cambio climático. Ambos temas de relevancia universal, que involucran tanto la agenda internacional como las estrategias de desarrollo que se siguen en cada país. La constatación que aun experiencias de crecimiento exitosas no reducen la desigualdad, sino eventualmente la pobreza, obliga al intercambio de experiencias y propuestas desde la pluralidad de enfoques que tienen los mandatarios que nos visitan. Diferentes aproximaciones que van desde la misma definición de cohesión social, hasta las disímiles alternativas planteadas, que cuestionan el asistencialismo y la visión reduccionista del pasado de considerarlo meramente un componente de cooperación. Las diferencias ideológicas y de proyectos en curso, no deberían convertir la Cumbre en un duelo retórico para las cámaras, sino en un espacio de reflexión y de intercambio directo, donde se definan objetivos mínimos pero viables.

El cambio climático, la relación con el medioambiente y el desarrollo sostenible, son temas particularmente relevantes para países mega diversos como el Perú. Los problemas que se multiplican geométricamente a escala planetaria, han llevado a una conciencia creciente de la necesidad de acciones inmediatas que afronten el problema. Lo que no necesariamente se relaciona es la interacción entre los dos temas: el impacto de determinadas estrategias de desarrollo sobre el medioambiente y nuestro entorno vital. Estrategias primario exportadoras o que usan intensivamente los recursos naturales sin los debidos estándares, tienden a agravar la situación. Al mismo tiempo, no es simétrico exigir esos estándares y políticas de protección a los países en desarrollo, de la misma manera que a los desarrollados que crearon fundamentalmente el problema.

La Cumbre, será pues un espacio privilegiado de diálogo político sobre temas centrales para el destino de nuestros pueblos. Pero, también un escenario propicio para el tratamiento de diferentes temas bilaterales y plurilaterales que han generado situaciones de crisis y conflicto entre nuestros países.

Asimismo, habrán minicumbres para abordar sin cortapisas los problemas que dificultan el avance de negociaciones del Acuerdo de Asociación CAN-UE, o con los países centroamericanos, y con el MERCOSUR que están congeladas entre otras cosas esperando el desenlace de las negociaciones multilaterales de la OMC.

Independientemente del gobierno de turno, esta reunión es fundamental para el interés nacional del Perú y su presencia internacional. Por eso, no parece plausible empañar la Cumbre con nuestros conflictos internos. Tanto el gobierno con el tema de los Derechos Humanos y la criminalización de la protesta social, como la oposición que más allá de protestas que pueden ser justas, podrían seguirse discutiendo. Lo mismo con la Cumbre paralela, cuyos protagonistas deberían exponer democráticamente sus posiciones, pero sin crear situaciones de enfrentamiento o violencia. Hacemos votos por una jornada exitosa.

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