La década ganada

jueves, 10 de febrero de 2011


Waldo Mendoza Bellido

La década de los ochenta fue la década perdida para América Latina (AL). El continente convivió con inflaciones altas y caídas dramáticas del PBI. En el Perú, en esa década, el PBI per cápita se redujo en 30 % y en 1990 estábamos igual que en 1960. La primera década de este siglo, en cambio, es la década ganada de AL, y en el caso nuestro, es justo hablar del “milagro peruano”. No todo es color de rosa, sin embargo.

En el periodo 2001-2009, según la CEPAL, el crecimiento acumulado del PBI fue de 30 por ciento. En ese periodo, el Perú creció al doble, en 60 por ciento, y en dólares corrientes el PBI de 2010 es dos veces el PBI de 2005 y 3 veces el PBI de 2000. En ese periodo, además, la pobreza bajo de 49.8 por ciento en 2001 a 34.8 por ciento en 2010. Es el “milagro peruano”.

El milagro peruano convive, sin embargo, con una alta desigualdad. El grado de desigualdad, medido por el coeficiente de Gini (corregido), alcanza 0.6, similar al que tenía la economía peruana a mediados de los setenta del siglo pasado.

¿Qué hacer?

En abstracto, le corresponde al estado buscar una mayor equidad. Para ese objetivo, debe conseguir los recursos entre los que más tienen para gastarlos entre los que menos tienen. En concreto, en la coyuntura actual, la aplicación de un régimen tributario especial para el sector de minería e hidrocarburos (SMH) y la asignación de esos recursos en las zonas pobres que no están beneficiándose con el boom del SMH, puede contribuir a reducir la desigualdad.

La medida nos acercaría al tratamiento tributario que tiene el SMH en el primer mundo. En esos países, el tratamiento tributario para el SMH es especial, discriminatorio. El carácter no renovable de los recursos del SMH y la propiedad estatal de los mismos, justifican, por si solos, la aplicación de un impuesto (o una regalía), por encima de los impuestos que pagan todos los sectores, al margen de si hay o no ganancias extraordinarias en esta industria, para reponer el capital explotado y para pagar al estado por el derecho de explotar su propiedad.

Con esta medida, el SMH puede contribuir al desarrollo económico del país, entendido como la elevación sostenida del PBI per cápita acompañado de una reducción del grado de desigualdad.

En defensa de la salud pública

Promedio (4 votes)
Santiago Roca
Profesor principal, Universidad ESAN
En la última semana, el Ministerio de Salud salió a denunciar que las exoneraciones tributarias y reducción de aranceles otorgadas por el gobierno a favor de un grupo de medicamentos para combatir al cáncer no fueron trasladadas al consumidor, sino por el contrario aumentaron  sus precios desde un 30% hasta un 64%. Para enfrentar esta situación el gobierno anunció 4 medidas: a) formar una comisión multisectorial de vigilancia de precios, b) realizar las compras de los medicamentos oncológicos a la Organización Panamericana de la Salud, c) obligar a las entidades estatales de salud a sumarse a las compras corporativas de medicinas, y d) realizar importaciones paralelas. 
La reacción interesada de algunos laboratorios farmacéuticos y de los fundamentalistas del libre mercado no se dejó esperar: dicen que las importaciones paralelas violan los tratados de libre comercio, el gobierno no puede obligar a las empresas a bajar sus precios ni debe intervenir en el mercado, no hay ninguna ley que castigue altos márgenes de ganancia.
Pero, debe y puede el Estado intervenir en el mercado? 

En el Perú –según la Constitución– rige una economía social de mercado, donde el Estado está obligado a defender y promover la competencia y proteger al consumidor. Específicamente, la ley de defensa de la competencia, DL 1034, en su Art. 3, dice: “El Estado podrá asumir las acciones que considere necesarias para contribuir a mejorar las condiciones de oferta de los productos en beneficio de los consumidores”. El nuevo Código de Protección del Consumidor tiene también varios artículos en esta orientación.

Eso significa que el Ministerio de Salud está facultado para efectuar compras directas, realizar importaciones paralelas, monitorear precios e inclusive en situación de urgencia suspender temporalmente los derechos de patentes, a fin de mejorar las condiciones de oferta de los productos en beneficio de los consumidores. Nada de esto infringe los acuerdos internacionales, como el ADPIC ni los TLC con los Estados Unidos y otros países. 
En una situación en donde las empresas están aprovechando su posición de dominio en el mercado, se puede utilizar sin ningún inconveniente el Art. 3 del DL 1034 arriba señalado. Ello es totalmente legal y constitucional. Pareciera que el Ejecutivo hubiera justamente previsto estas situaciones, dejándose un instrumento en la ley de competencia para poder actuar y disciplinar a aquellas empresas que quieren tomar ventaja de los consumidores, aprovechándose de ser los únicos proveedores en el mercado. En eso consisten los equilibrios de una economía social de mercado.
La situación alcanza mayor gravedad cuando se trata del mercado de la salud pública y de los medicamentos. El Acuerdo de Doha acerca de la Salud Pública, del que el Perú es uno de los países firmantes, es muy claro al respecto, al indicar que los países miembros deben interpretar sus obligaciones comerciales (léase TLC) de manera que protejan el acceso a la medicación esencial y a la salud pública.
 
Justamente fue el no respeto a este acuerdo el que originó que los representantes del Partido Demócrata en el Congreso norteamericano decidieran no aprobar en primera instancia el TLC entre el Perú y los Estados Unidos y lo regresaran para su revisión posterior tanto al gobierno del Perú como al de los Estados Unidos (una vergüenza para ambos gobiernos).
 
La actuación del Ministerio de Salud debería por lo tanto ser más rápida y ejemplar para facilitar el acceso a los medicamentos y evitar “precios que matan” (este último titular de El Comercio). Para ello, el Ministerio de Salud no solo está autorizado sino obligado por la Constitución y las leyes.

El Canario de las Materias Primas

martes, 8 de febrero de 2011

Luis Gamero

Las últimas noticias de recuperación económica en los EE.UU. son bastante alentadoras, con una sola excepción: el desempleo no desciende. Por ello, Ben Bernancke, titular de la FED, acaba de declarar que la economía estadounidense, a pesar del mejoramiento de muchos de sus indicadores, todavía necesita apoyo de la política monetaria, justamente por la inelasticidad del indicador mencionado. ¿Significará esto que viene un nuevo round de relajamiento monetario en los EE.UU.?

Si fuera así, habría más razón para esperar que los precios de las materias primas sigan al alza. Lo cual sería conveniente para nuestro país desde el punto de vista de nuestras exportaciones, mayormente de minerales; pero no lo sería desde el punto de vista de nuestras importaciones de materias primas alimenticias y de la inflación interna. Esto auguraría un año positivo en nuestro balance externo, pues nuestras exportaciones mineras superan con creces a nuestras importaciones alimenticias. Pero también auguraría un año difícil en materia de prevención de la inflación interna. Y resulta, pues, ridículo que hayan candidatos a la Presidencia que prometan estabilidad de precios en un ambiente internacional todavía volátil.

Sin embargo, el canario en la mina de las materias primas y del crecimiento económico mundial es la China, y no los EE.UU. o Europa, y su seguimiento adquiere mayor relevancia en estos momentos.

Con un crecimiento económico muy acelerado en los últimos años, generalmente por encima del 10% anual, la China se constituyó en el demandante marginal de materias primas a nivel mundial, y en el principal determinante del boom exportador de muchos países emergentes y de otros países productores de materias primas (Australia, Canadá, Nueva Zelanda, Rusia, etc.). Sin embargo, su inflación interna se ha venido acelerando últimamente y sus autoridades han venido aplicando frenos al crecimiento económico con medidas monetarias y administrativas restrictivas.

Por comentarios de analistas internacionales sabemos que, a finales del 2010, muchas de las empresas públicas chinas habían prácticamente cerrado sus plantas debido a que se habían consumido todo su presupuesto anual. Si esto fuera cierto, se vuelve entonces crucial, en el corto plazo, el seguimiento de la tendencia de los precios de las materias primas como un barómetro simple y sencillo de la posible reanudación, o no, del crecimiento económico chino en el nuevo año del conejo. Y, a pesar de todo lo comentado en las noticias sobre la intención de los chinos de moderar su crecimiento económico, los precios de las materias primas, representado por el índice CRB*, nos muestra todavía una tendencia sostenida al alza. Sigamos al canario…

Concursos de Belleza y Encuestas de opinión

CONCURSOS DE BELLEZA Y ENCUESTAS DE OPINIÓN
Jurgen Schuldt La República (para el martes 8 de febrero, 2011)

En un célebre pasaje de su “Teoría General”, Keynes ironiza sobre la forma como la mayoría de inversionistas decide donde asignar su dinero para maximizar ganancias. Para ese efecto alude a “esos concursos de los periódicos en que los concursantes tienen que seleccionar las seis caras más bonitas entre un centenar de fotografías, ganando el premio aquel competidor cuya selección corresponda más aproximadamente al promedio de las preferencias de los competidores en conjunto, de tal manera que cada concursante ha de elegir, no los semblantes que él mismo considere más bonitos, sino los que crea que serán más del agrado de los demás concursantes, todos los cuales observan el problema desde el mismo punto de vista”.

Ajustando algo abusivamente la metáfora al caso de las elecciones del 10 de abril, observamos que ya no son 6 de las 100 fotos entre las que debemos elegir, sino apenas entre 3 de los 11 concursantes a la Presidencia. Este trío de “caras bonitas” es el que se desprende del veredicto ciudadano recogido por IMASEN, publicado por La República . No hay que olvidar que la mayoría se informa en los quioscos, observando las primeras planas de los diarios, lo que luego se multiplica boca a boca.

Y, en efecto, estaría decidido que el concurso de belleza para llegar a Palacio se dará entre el bloque continuista representado por Toledo-Castañeda-Fujimori. Si realizáramos una encuesta, se tendría que no menos del 80% dirá –si las elecciones fueran mañana- que votará por uno de ellos. En ese sentido, también nos comportamos como la mayoría de consumidores: Eligen únicamente las marcas de bienes que son preferidas por los demás, aún en contra de sus propias preferencias. Se trata de los “bienes ciempiés”, como los denominan los microeconomistas. La otra cara de la moneda de esta “externalidad” viene dada por el conocido efecto del “voto perdido”, ya que muy pocos poseen un voto tan duro como para elegir a uno de los de la cola.

Estos efectos vienen reforzados por el hecho que los medios de comunicación y las instituciones que realizan debates o entrevistas eligen a sus invitados casi exclusivamente entre los primeros de las encuestas. En pocas palabras, sin mala fe alguna, las encuestas de opinión sesgan las preferencias de los ciudadanos, para bien o para mal. Será por eso que en otros países algunos partidos políticos se compran la simpatía de ellas, distrayéndolas para que cometan algún error involuntario de digitación.

Pero no nos apuremos. Aún faltan dos meses para el magno evento. Entre tantos cantos de sirenas, garapullos, promesas divinas y destapes muy humanos, los resultados aún pueden cambiar bastante, a pesar del efecto ciempiés. Con lo que llegamos a un tercer factor, relacionado con el principio de la “carrera de caballos, parada de borricos”, que nos dice lo que dice y, además, que los candidatos que más avanzan en las encuestas que se publican en las dos últimas semanas -aunque vengan de muy atrás- son los que tienen muchas posibilidades de llegar a la segunda vuelta.

¿Eliminamos a las encuestadoras? Equivaldría a botar al niño con el baño, cuando la solución es bastante más compleja, por no decir utópica: se necesitan crear las condiciones para que todos los candidatos tengan igualdad de oportunidades, tales como equidad en los medios de comunicación, así como en los presupuestos con que cuentan. Y, sobre todo, habría que darle a los ciudadanos la posibilidad de enterarse que no están asistiendo -por más divertido que sea- a un vodevil y que necesitan esforzarse bastante más para conocer a los candidatos y sus programas, para que no se limiten a ver sus fotos -en paneles, pantallas o encuestas- antes de votar en estos burlescos concursos de belleza.


Cambios al Modelo



Germán Alarco Tosoni
Investigador CENTRUM Católica

A inicios de la semana se publicaron los resultados de una encuesta urbana y rural a nivel nacional, elaborada por Imasen, donde se registró la percepción ciudadana sobre el modelo económico. Los resultados fueron interesantes, aunque no sorpresivos. El 37.4% de la población nacional señala que el modelo económico debe cambiar algo. El 26.5% comenta que debe cambiar radicalmente y sólo el 25.1% dice que debe continuar. El año pasado, el área de estudios de opinión de la PUCP detectó un patrón similar de respuestas. Estas percepciones parecen reflejar la realidad del día con día de las familias peruanas. También deben ser útiles para los candidatos políticos en competencia.

Algunas de las interrogantes son un termómetro de la situación actual respecto del gobierno anterior. Se pregunta sobre si la situación económica de su familia ha mejorado, empeorado o sigue igual. Sólo ha mejorado para el 17.4% de la población. Para el 53.9% la inflación de este gobierno es mayor que la del anterior. El 48.6% de los ciudadanos piensa que hay menos empleo que antes. También el 48.6% opina que hay más pobreza. Sobre el quehacer público concreto, la mayor parte de la población opina mayoritariamente que el Estado debe supervisar mejor al sector privado, debe administrar mejor los recursos públicos, debe fortalecer a empresas como Enapu y Petroperú, aunque también debe atraerse a la inversión privada.

No existe razón alguna para pensar que la opinión mayoritaria de las personas este equivocada. A pesar de lo que dicen las autoridades y los defensores del modelo económico, el actual patrón de producción sólo genera empleos e ingresos de calidad a un segmento minoritario de la población. Hay algunos resultados positivos en el corto plazo relativos al PBI, balanza de pagos, finanzas públicas e inflación, pero la relación de los problemas estructurales y para el mediano plazo es amplia: desigualdad creciente, menor articulación productiva, heterogeneidad, mayor vulnerabilidad externa, reducida sostenibilidad y de enfermedad holandesa.

Esta encuesta es un buen avance para que nuestros representantes conozcan la opinión de los representados. La lista de interrogantes debería evaluar que tan importante es la problemática de la reconcentración del ingreso. La opinión sobre el proceso de reprimarización económica, de la apertura externa y los problemas de sostenibilidad para el mediano y largo plazo, entre otros. No estaría mal preguntar también a la población sobre la exportación de gas natural y el impuesto a las sobreganancias o de mayores regalías al sector minero y petrolero (En: La Primera, 4/2/2011).

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Derecha e Izquierda1

viernes, 4 de febrero de 2011

Derecha e Izquierda1

Juan Francisco Rojas

Acabo de terminar la lectura del libro de Norberto Bobbio que lleva el mismo título de este artículo. La claridad de las ideas y la fuerza de los argumentos del pensador italiano me animan a compartir alguna de sus ideas, las que con convicción, dejan en claro la vigencia de ambos conceptos políticos, y marcan nuestra agenda y la visión de las cosas en la sociedad que compartimos.

Las anotaciones que siguen están lejos de aquellos que con simplismo y miopía pregonan el fin de las ideologías y se esfuerzan – con oscuros intereses – porque la sociedad deje de lado reflexiones que darían orientación a sus actuaciones. Es innegable que los conceptos de “derecha e izquierda se niegan en su existencia”, sin embargo se siguen utilizando continuamente. ¿Existirá una razón para ello?

Según Bobbio, la clave de la distinción se encuentra en la igualdad. Los de izquierda, “aunque no ignorando que los hombres son tan iguales como desiguales, aprecian mayormente y consideran más importante para una buena convivencia lo que los asemeja;” mientras que los de derecha, “partiendo del mismo juicio de hecho, aprecian y considera más importante, para conseguir una buena convivencia, su diversidad.” En otras palabras, los de izquierda consideran que los hombres “son más iguales que desiguales”, mientras que los de derecha consideran que “son más desiguales que iguales”.

El contraste de pensamiento es una pauta para la diversidad de ideologías y tiene como premisa una convicción distinta. Para los de izquierda las desigualdades que indignan son creadas por la sociedad y, por lo tanto, pueden hacerse desaparecer. Por el contrario, para los de derecha, todas las desigualdades son naturales y, por lo tanto, no pueden eliminarse. En el fondo, el problema radica en aceptar que los hombres son tan iguales como diferentes, pero que, también la sociedad crea desigualdades “artificiales” que contribuyen a marcar distancias cuando éstas se suman a las desigualdades naturales.

Dice Bobbio: “Las desigualdades naturales existen y si bien algunas pueden corregirse, la mayor parte de ellas no se pueden eliminar. Las desigualdades sociales también existen y, si algunas se pueden corregir e incluso eliminar, muchas, especialmente aquellas de las cuales los mismos individuos son responsables sólo se pueden no fomentar”.

Ahora bien, ¿Son de derecha o izquierda algunas propuesta electorales para el funcionamiento del mercado? Por ejemplo, combatir los monopolios u oligopolios que encarecen los precios en perjuicio de los consumidores; perseguir a los comerciantes que se apropian de la rebaja de aranceles y mantiene los precios altos de la medicinas; regular los servicios públicos para evitar los abusos en publicidad y medición del consumo, así como, las tarifas excesivas; sancionar a los que concertan precios, dañando efectivamente el bienestar de los consumidores; corregir la publicidad que traslada a los consumidores la carga de “descubrir” las restricciones con anuencia de la “autoridad”; y, proscribir a los intermediarios que encarecen los productos del campo perjudicando a agricultores y consumidores.

En los últimos veinte años, los gobiernos, los reguladores y los hacedores de política, han minimizado estos temas, bajo el argumento de que el mercado soluciona todos los problemas y construye la distribución óptima en la sociedad. ¿Será cierto?

Amigo lector, escoja su lugar en el entramado político. Por mi parte, he recordado con afecto lo que Valentín Paniagua me dijo alguna vez con entusiasmo en el aeropuerto de Iquitos: “hay que leer a Bobbio”.








1 Tomado del Título del Libro publicado por Norberto Bobbio en el año 2,000 cuarta edición. 

García y la perversión de la política pública

jueves, 3 de febrero de 2011

Felix Jimenez

Mientras el presidente dice que «el Perú sigue creciendo con optimismo», el 73.9% de los peruanos pide que cambie la política económica actual. Definitivamente el Perú que observa Alan García es otro, no es el Perú que él nos deja. Durante su gobierno la participación de las remuneraciones en el ingreso total cayó de 23.1% a 20.9%, mientras subió la de las utilidades de 67.5% a cerca de 70%; el PBI per cápita aumentó en 24.4%, pero los salarios reales disminuyeron en 6%; en el PBI que crece la participación del comercio y otros servicios aumentó de 62.2% a 64% y en estos sectores se concentra cerca del 77% de la población ocupada de bajísima productividad y con ingresos promedio que no superan los 650 soles mensuales. Así, el Perú de hoy es económica y socialmente más desigual y más expuesto al conflicto social

Lo que mira el presidente
Alan García nos ha dicho: «hay que hacer detonar la gran inversión (extranjera) para que arrastre a la pequeña y mediana inversión, no al revés». Este giro en el sentido de la política pública ha ocasionado, entre enero de 2006 y setiembre de 2010, la expatriación de 37 mil millones de dólares por utilidades del capital extranjero, mientras ingresaron como inversión extranjera directa solo 27 mil millones de dólares. En el año 2010 salieron por concepto de utilidades del capital extranjero 8,900 millones de dólares, equivalentes a 25 mil millones de soles, cifra superior a los ingresos de todos los pobres del Perú que suman 21 mil millones.

Alan García ha enviado «cartas a todas las empresas del mundo», pero ninguna a los pobres del Perú. Consecuente con este tipo de política aceptó un óbolo minero gestionado por las propias empresas y que en los últimos cuatro años significó solo el 2.4% de todas las utilidades del sector. Dejó intacto el sistema tributario regresivo. La distribución del ingreso, medida por el coeficiente GINI, se deteriora después de impuestos (Barreix, et al., 2006) y la distribución del IGV en relación con el ingreso afecta más a los pobres porque las exoneraciones recaen sobre la canasta de consumo de los hogares relativamente más ricos (Haughton, 2006). Su gusto por lo meteco lo llevó, además, a acrecentar la vulnerabilidad externa de nuestra economía. Las importaciones reales per cápita aumentaron durante su gobierno a un ritmo de 16.6% anual, cifra superior a la registrada en los años de crecimiento (1993-1997) del gobierno de Fujimori (13.9%). Las exportaciones reales per cápita solo crecieron a la tasa de 3.8% promedio anual.

La perversión de la política pública
Los DU Nos. 01-2011 y 02-2011, con los que se facilita la inversión privada en 33 proyectos de infraestructura estratégica (energía, puertos, carretas y aeropuertos), son el súmmum de la perversión de la esencia de la política pública. Acorta los plazos para la ejecución de los proyectos; no se requieren certificaciones ambientales para obtener la autorización administrativa para la ejecución del proyecto; se transfiere propiedades del Estado automáticamente y a título gratuito solo mediante Decreto Supremo y el Estado asume el costo de la indemnización del perjuicio que esto cause; y, por último, no presentan justificación alguna sobre los costos y riesgos para el Estado, ni los beneficios sociales de cada uno de los proyectos. Un ejemplo del sentido de esta política es el proyecto «Afianzamiento Hídrico de la Cuenca del Río Pisco- Río Seco» que deriva agua a la zona de Lanchas donde opera la compañía agroindustrial de Lanchas S.A. cuyo director es el actual ministro de economía. ¿Cuántos campesinos más se van a beneficiar con este proyecto?


Publicado en el diario La República el jueves 3 de febrero.


Queridos amigos
Permítanme informarles que he aceptado ser candidato al Congreso en la Lista por Lima de GANA PERÚ con Ollanta Humala. Soy, además, el Responsable o Jefe del Plan de Gobierno 2011-2016 de GANA PERÚ. Creo sinceramente que vale la pena leer lo que nosotros proponemos.

Muchas gracias.

La Miopía de los Políticos

martes, 1 de febrero de 2011

Gobierno continúa despreocupado por el mediano y largo plazo

La Primera entrevistó a Germán Alarco, Investigador de CENTRUM Católica sobre los recientes resultados de crecimiento del PBI de enero a noviembre del 2010. El investigador coincidió con muchos otros economistas, en que eran muy positivos, pero que los mismos no guardaban correspondencia con la evolución del empleo e ingresos en Lima Metropolitana. Asimismo, comentó que es indispensable que el gobierno actúe no sólo pensando en el corto plazo, sino que tome decisiones considerando el mediano y largo plazo. Ahí, las omisiones son mayúsculas, puntualizó.

¿Cómo evalúa el crecimiento del PBI hasta noviembre del 2010?
Positivo. Una tasa acumulada del 8.8% es meritoria. Sin embargo, hay que comparar estos resultados con la evolución de la situación del mercado laboral. El último informe, del último trimestre del año para Lima, revela un crecimiento de la población ocupada del 2.1% anual. Allí usted puede apreciar una baja correlación o elasticidad producto- empleo. Mientras el producto crece al 1% el empleo lo hace a la cuarta parte. Ahora bien habría que preguntarse qué va ocurrir cuando los ritmos de crecimiento de la producción sean mucho más reducidos. Los niveles de contratación serían menores y habría que evaluar si se puede absorber a la fuerza de trabajo que ingresa periódicamente al mercado laboral. Si el desempleo y subempleo aumenta no sólo se impacta a la demanda, sino que aumenta la inconformidad social.

¿Porqué se produce esa baja elasticidad producto-empleo?
Son varios factores estructurales. En primer lugar, asociados a la dinámica del propio sistema de producción capitalista que tiende a sustituir mano de obra por capital. En segundo lugar, debido a que las decisiones de cómo producir se realizan en el exterior y se transmiten hacia nuestros países. No se trata, como señala la teoría, de un proceso que selecciona una tecnología entre las infinitas existentes a partir de los precios relativos. En tercer lugar, los sectores más dinámicos de la economía tienen una elevada relación capital/trabajo. Esto implica que donde se invierte se contrata a menos trabajadores. Este tema alude a un tema importante cómo es la heterogeneidad estructural.

¿Tiene información relativa a la magnitud de la heterogeneidad estructural y sus impactos?
Con un millón de dólares usted genera un empleo directo en la gran minería, mientras que en la manufactura estándar nacional diez y en la pequeña empresa cien empleos. La inversión se focaliza en las actividades más intensivas en capital, razón por la cual no se genera tanto empleo. Sin embargo, hay que comentar que la construcción es más intensiva en mano de obra. Por otra parte, las actividades más intensivas en capital, son las que permiten una mayor productividad y por tanto mayores remuneraciones. De esos empleos de alta calidad se generan pocos, mientras que los de baja productividad y menores posibilidades de ingreso son los mayoritarios. De ahí, que de acuerdo a la información del mercado laboral en Lima, usted puede apreciar que el ingreso promedio el Lima, en el último trimestre del 2010, es de sólo 1,125.3 soles mensuales. En un año de gran crecimiento del PBI los ingresos nominales respecto del año anterior sólo crecieron en 2.6%, mientras que la inflación a diciembre fue de 2.1% anual, esto es, prácticamente permanecieron constantes en términos reales.

¿Entonces la desigualdad se incrementó en 2010?
Todavía no tenemos los datos oficiales, pero toda la evidencia empírica muestra que este año nuevamente se incrementó la participación del excedente de explotación sobre el PBI, mientras se redujo la de las remuneraciones. La información sobre las utilidades de las principales empresas ha sido positiva y superior a la mejora marginal de los ingresos reales de la población. Hay que reconocer que también hay un incremento del empleo entre 2 y 3% anual.  La gente gana un poco más pero también trabaja más horas que antes, esa es una conclusión de la información del INEI. Sólo uno datos finales sobre esto. En los años cincuentas la participación de las remuneraciones era de casi el 40% según fuente del BCRP, ahora en el 2009 es apenas superior al 21% del PBI. Si hablamos de la distribución personal el GINI real recalculado por Yamada y Rojas está alrededor del 0.60, el más alto de América Latina. El oficial de Haití es 0.595. Este es un problema estructural grave sobre el que hay que actuar en todo momento. No comentamos aquí todo lo relativo a la pobreza y cómo se mide.

¿Cuáles son los otros problemas estructurales de la economía peruana?
 La lista es larga e importante. Nadie puede negar el fenómeno de reprimarización económica, mediante el cual el crecimiento productivo se da a través de los sectores productores de materias primas. Exportamos pocos bienes con mayor valor agregado. Este es un proceso lento, pero innegable. Es obvio que todo futuro gobierno deberá enfatizar en la inversión en ciencia, tecnología e innovación. Las actividades de este gobierno en la materia han sido mínimas a diferencia de lo que hacen nuestros vecinos.  Otro tema clave es el de la desarticulación productiva. Este es un fenómeno que detectaron en la CEPAL desde los años noventa. Uno es el dinamismo acelerado del sector exportador y otro el del resto del PBI. Aquí la receta internacional de Michael Porter y Dani Rodrik es desarrollar las articulaciones productivas, especialmente a través de clusters. Esta propuesta ya la vi  en los programas de Gana Perú y Perú Posible. Ojalá se convierta en realidad., ya que lo necesitamos.

Algunos economistas hablan de la enfermedad holandesa, ¿usted que opina?
Cuando la heterogeneidad estructural es muy grande, la importancia y dinamismo de las exportaciones primarias generan que en nuestro caso el sol se aprecie, afectando a las exportaciones menos productivas. Al respecto, este es un problema latente y peligroso que puede dañar el desempeño de las exportaciones no tradicionales. Se puede intentar mejorar la competitividad con acciones microeconómicas y mejorando las cadenas logísticas del comercio exterior, pero predomina el efecto negativo de la caída del tipo de cambio real. Le doy un dato, el tipo de cambio real era 8.6 soles por dólar americano en la década de los años cincuenta y ahora es menos de 2.80 soles por dólar americano. Si sigue apreciando el sol las primeras exportaciones que se afectarían serían las confecciones, luego textiles, las pesqueras y la agro exportación.  Un menor tipo de cambio real desalienta las exportaciones y promueve a las importaciones. Hay todavía otros problemas de sostenibilidad para el mediano y largo plazo asociados a la vida limitada de algunos productos tradicionales de exportación y la reducción de la relación capital-producto.

¿Lo de la sostenibilidad alude a las escasas reservas probadas de productos mineros y de energéticos?
Si. No se trata de un problema general para todos los productos mineros. Este gobierno y el siguiente deben tener una perspectiva inter generacional. No se trata de que nos acabemos los recursos no renovables de manera acelerada. Hay que dosificar la extracción y acomodarnos al menos a los estándares promedios a nivel internacional. Hay problemas importantes en la relación reservas probadas y probables entre producción en el caso del oro, zinc, estaño y obviamente en el gas natural. Es imprescindible regular las cantidades extraídas. No está probado que estemos sentados sobre un banco de oro. Creo que una nueva política de regalías podría ser útil para moderar los ritmos de extracción. Otro tema, olvidado por muchos, es que la actual composición de la inversión en minería y construcción está reduciendo la relación producto - capital. Un incremento de la capacidad productiva requiere ahora mayores niveles de inversión. En fin, se trata de temas que CEPLAN debe evaluar continuamente y proponer las acciones consiguientes.

¿Pero entonces para que sirve el CEPLAN?
Yo creo que es una institución valiosa que trata de visualizar y planear el mediano y largo plazo. Sin embargo, considero que le han asignado muy pocos recursos. En el Plan Perú 2021 han identificado algunos de los problemas estructurales que hemos mencionado anteriormente. El problema es que los documentos que se producen se quedan en el cajón. Tampoco creo que sean tomados en cuenta por las propias autoridades. Menos del BCRP o del MEF, que tienen una perspectiva liberal de las cosas. El CEPLAN será útil cuando su perspectiva de mediano y largo plazo sea tomada en cuenta en las decisiones de corto plazo. No conozco si actualmente participan en el Consejo de Ministros con voz y voto. “Todas las decisiones de corto plazo deben ser tamizadas con una perspectiva de mediano y largo plazo”. “Este es un asunto relevante para todos los partidos políticos que se preocupen de las generaciones futuras de peruanos”, señaló el investigador de CENTRUM Católica (En: La Primera, 24/1/2011, p.11).   


Economía Chakana

¿Nueva economía chakana?

Germán Alarco Tosoni
Investigador CENTRUM Católica

Perú Posible presentó, a finales de la semana pasada, su Plan de Gobierno. En la portada se señala que incluye 450 compromisos para el crecimiento social del Perú. Hay ideas interesantes y algunas metas numéricas. Es meritorio el énfasis declarado en lograr una sociedad inclusiva, pero esta se limitaría a trabajar más por la igualdad de oportunidades para todos y menos en la reducción efectiva de las desigualdades. No se presenta diagnóstico alguno, presuponiendo equívocamente que los problemas son conocidos y compartidos por todos. No se explica la estrategia general. No hay referencia alguna a los problemas actuales de la economía internacional, ni a los retos estructurales de nuestra economía.

El documento está encabezado por la visión, objetivos y principios de Perú Posible. El contenido se desarrolla en 22 capítulos. En lo económico destacan los relativos a: crecimiento y desarrollo para todos, infraestructura para el desarrollo, por un agro productivo, más mercados – más inversión y desarrollo, más ciencia e innovación tecnológica a través de alianzas estratégicas. Se enfatiza que el Estado atienda a quienes menos tienen y se relanza la política de vivienda. También destacan las secciones de energía limpia y a bajo costo, empleo digno y bien remunerado, y un país sostenible.

Como ideas novedosas, al igual que Gana Perú, se propone ampliar la base de impuestos directos, aunque sin precisar contenidos. Se plantea un conjunto específico de proyectos de infraestructura para integrar el país. Se establece un énfasis sectorial en promover las agroexportaciones. Se postula mejorar los encadenamientos productivos de la minería, del sector energético y al interior de las regiones; desarrollar polos tecnológicos, más institucionalidad y recursos a favor de la ciencia, tecnología e innovación. En el sector energético se plantea reestructurar y potenciar a Petroperú, Perúpetro y Electroperú y establecer reservas estratégicas mineras y energéticas. Se pretende fortalecer al Ceplan.

El problema básico de este amplio listado de buenas intenciones es que agrega más actividades relevantes al Estado, pero sin explicar cómo se van a financiar. Se persiste en temas con poco sentido como la firma de nuevos TLC´s (¿para qué y con quiénes?) o en continuar con la inadecuada política de concesiones portuarias. Salvo el Programa del Banco de la Esperanza no hay contenidos nuevos en la política social. Elude temas clave, tales como la mención genérica al incremento del salario mínimo. Nada se dice de las exportaciones de gas natural o del impuesto a las sobreganancias (En: La Primera, 21/1/2011, p. 10).

Inclusión, equidad y estado


Kurt Burneo

En contraposición a lo que plantean los extremistas de la derecha económica,  el tener como objetivo un país más inclusivo pasa  al buscarse una menos regresiva distribución del ingreso y oportunidades procurar un  país menos desigual, pero lo anterior no es posible de ser logrado con la libre interacción de la oferta y la demanda, se requiere, dada la existencia de una serie de fallas en el funcionamiento en los mercados que el Estado intervenga. Entonces a diferencia de lo que algunos suponen en el Perú se necesita mas Estado pero también mas eficiente en su intervención.

La propia teoría económica ortodoxa plantea que se acredita la intervención estatal cuando hay fallas en el funcionamiento de los mercados:  a)Asimetrias en la disponibilidad de información o sea cuando los demandantes no disponen de una equiparable cantidad y calidad de información  respecto a los ofertantes, b)Existencia de poder de mercado, esto es que ofertantes o demandantes tengan la posibilidad de definir precios y c) Existencia de externalidades, esto es cuando el costo o beneficio que surge de la producción o consumo de un bien o servicio recae en una persona distinta al productor o consumidor directamente involucrado.  Por supuesto que toda intervención estatal para enfrentar estas fallas no garantiza un mejor resultado si es que no nos preocupamos porque esta intervención sea eficiente esto es al menor costo posible y eficaz, esto es compensar la distorsión.

Entonces en este tema resulta clave contar con una adecuada capacidad de gestión pública, ¿La tenemos?  Por ejemplo muchas veces equivocadamente se ve al ratio presupuesto público/Pbi como un indicativo del tamaño del Estado y de su capacidad de gestión, así para este año  según información del Ministerio de Economia y Finanzas, el Presupuesto institucional de apertura es de S/. 88, 400 millones frente a un PBI estimado en S/. 450,200 millones, esto es un ratio de 19.6 ratio similar al correspondiente al año pasado (S/.81,857 versus S/. 416,200 millones). La gente siente que este monto de recursos posibilita la existencia de un Estado eficiente y eficaz para enfrentar  las fallas de funcionamiento de los mercados? O visto de otra forma mas específica ¿Los ciudadanos nos sentimos conformes con la cantidad y calidad los servicios que presta el Estado?

Este último asunto no es irrelevante, por ejemplo se conecta con el tema de la actual falta de conciencia tributaria entre los ciudadanos. ¿Cómo pretender esta si hay disconformidad de los que pagamos impuestos respecto a lo que en contraprestación recibimos del Estado?  En realidad la vida cotidiana de los ciudadanos está repleta de circunstancias en las que la inacción o  la lenta capacidad de respuesta de atención estatal se hace mas que evidente: Por ejemplo ¿Qué elementos informativos tienen las personas que hoy por un préstamo a 1 año pueden pagar entre 9.9 hasta 213.8%? ¿O cuan posible es que el gobierno nacional tome la iniciativa para que coordinadamente con las municipalidades se reduzca la cantidad de trámites y costos impuestos que permita por ejemplo abaratar la instalación de las conexiones de gas domiciliarias en las zonas periféricas de Lima? O  ¿Cuán factible es que la acción estatal limite las situaciones de abuso sobre los usuarios de transporte público por parte de choferes y cobradores? Y la lista de situaciones y tareas es enorme.

Opino que frente a lo anterior, es indispensable primero fijar en cantidad y calidad los servicios que como provisión básica debe ofertar el Estado (administración de justicia, seguridad externa e interna, infraestructura y servicios básicos como salud y educación), una vez hecho esto debería de establecerse que medios (capital humano, organizacionales y de infraestructura física y normativa)  se requieren para proveerlos y cuanto cuesta tener la disposición de estos.  Por lo que hemos venido observando con un presupuesto algo menor al 20% del PBI o alternativamente con una presión tributaria (ingresos corrientes/pbi) de 15% resultan insuficientes; entonces para cualquier propuesta gubernamental   futur a  seria,  la necesidad de elevar los ingresos tributarios y señalar cómo hacerlo es ineludible, lo demás es cuento.

Analfabetismo cero

Farid Matuk

De la promesa electoral al fracaso gubernamental

En las actuales circunstancias electorales, conviene recordar las promesas electorales que el Presidente García hizo cuando era candidato. Entre ellas, estaba la promesa de erradicar el analfabetismo de nuestro país, lo cual constituye seguramente una de las deficiencias mas importantes del sistema educativo del Perú.

Como es frecuente en nuestro Presidente, generar información falsa con aire de solemnidad, es un ritual permanente, que en materia de estadística empezó cuando señalo que el Censo de Población de 2005 era una “estafa” porque había omitido millones de peruanos, y cuando se despilfarró el dinero del presupuesto público en hacer un nuevo censo en 2007, se encontró que la diferencia entre ambos era menor al 1%.

En materia de analfabetismo, se considera erradicado cuando sólo menos del 4% de la población mayor de 16 años continua sin la capacidad de leer y escribir. Hace un año, el 29 de Enero de 2010, hubo el anuncio presidencial de que el analfabetismo se había erradicado de Tumbes, pero resulta que en el resultado censal previo, Tumbes ya tenía una tasa de 3.5%, es decir no había analfabetismo; pero la necesidad de engañar a la opinión pública prevaleció.

Igualmente, el pasado 28 de Julio de 2010, en el Mensaje a la Nación, se anunció que 9 regiones estaban libres de analfabetismo, pero los resultados de la ENAHO (Encuesta Nacional de Hogares) sólo mostraban a Lima y Callao con una tasa de analfabetismo inferior al 4%; es decir se engañó nuevamente a la opinión pública en materia de una promesa electoral efectuada en 2006.

Tasa de Analfabetismo
2006 – 2do Trimestre
2010 – 3er Trimestre
Lima y Callao
4.5%
2.5%
Otras Ciudades
7.8%
5.8%
Area Rural
23.0%
20.7%

En la tabla adjunta, tenemos la realidad nacional en materia de analfabetismo en el segundo trimestre de 2006, exactamente antes de que empieze la presente gestión presidencial, y la información mas reciente disponible en esta materia que corresponde al tercer trimestre del año pasado, para tres dominios de análisis: 1) la capital de la república, 2) el resto de ciudades del país, y 3) el íntegro del área rural. El programa de cómputo para elaborar esta tabla está disponible en www.29x55.com

Es importante recordar, que el Presidente García al atacar el Censo de Población de 2005 denominándolo “estafa”, su objetivo central era la cancelación del Censo Continuo, porque este obtenía información socio-económica de las 195 provincias del Perú, y por supuesto entre ellas la tasa de analfabetismo, y de haberse continuado la la labor empezada en 2006, sería posible mostrar una tabla similar, pero con el detalle de provincia por provincia.

Pero pese a la carencia de información estadística detallada, es posible concluir que la promesa electoral de “Analfabetismo Cero” ha sido un fracaso a nivel nacional, porque tan sólo en Lima se habría alcanzado una tasa inferior al 4%, mientras que en el resto del Perú el analfabetismo es una realidad vigente, pero mas aún en el área rural donde 1 de cada 5 peruanos mayores de 16 años es analfabeto.

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