Timoratos y Timberos II

miércoles, 18 de abril de 2007

(Segunda Parte)
Escribe Farid Matuk

En el gráfico adjunto tenemos once años de PBI mensual en el Perú, pero nuestros ojos son engañados por el mal hábito de creer que en el Perú se mide el PBI mes a mes. Este mal hábito empezó en 1987 cuando la Presidencia de la República quería “buenas noticias” mensuales, y el INEI tuvo la cortesía de empezar a medir mensualmente, lo que el resto del planeta mide trimestralmente.
Como referencia, la medición del PBI mensual es tan compleja y difícil, que de las potencias que conforman el G-7 (Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Inglaterra, Italia, y Japón) sólo uno de ellos –Canadá- puede hacerlo. Y a nivel de la toda la Comunidad Europea, tan sólo un país –Finlandia- puede hacerlo. Por ello linda entre lo iluso y lo idiota creer que en Perú tenemos un PBI mensual.
Lo que si tenemos como sólido, es la información de campo que mensualmente las oficinas de estadística de los ministerios respectivos acopian sobre la agricultura, la pesquería, la minería, la manufactura, y la producción de agua y electricidad. Esta información consolidada por el INEI, produce una medición del 30% de nuestra actividad económica y esta la graficada como “PBI de campo”.
El otro 70% del PBI no se mide en el campo, sino que se calcula en el gabinete para satisfacer un capricho presidencial que data de 1987. Este cálculo se hace con un conjunto variado de artificios matemáticos, que ni las potencias del G-7 ni los países europeos arriesgan usar, y este cálculo es grave porque induce a pensar que lo graficado como “PBI de Gabinete” es sólido, cuando en realidad es extremadamente dúctil.

El gráfico en cuestión parte de Agosto 1995 y culmina en Febrero 2007, y tenemos que en las gestiones Fujimori, Paniagua, y Toledo, ambos PBI están entrelazados, y por ello la medición total se puede considerar relativamente exacta. Pero en Marzo 2006 esta coherencia se pierde, porque el PBI de Gabinete que tiene una metodología dúctil, crece sin cesar y con ello el PBI Total también crece sin cesar.

Este cambio de patrón tiene como única explicación un cambio metodológico en el cálculo del PBI de Gabinete, que provoca una sobre-estimación sistemática de la medición del PBI Total. Esta medición errónea puede ser interpretada benévolamente como una “falla” a corregir de inmediato, o puede ser interpretada malévolamente como un “arreglo favorable”.

Desde afuera, el timbero creerá que el PBI continuará a tasas de crecimiento mayores mes a mes y tomará sus decisiones de acuerdo a esta realidad errónea, mientras que el timorato creerá que el PBI continuará creciendo a tasas en torno al 6% y tomará sus decisiones de acuerdo a esta realidad parcial.

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